Poder comunicarse en un segundo idioma es una de las habilidades que se puede traducir en una serie de beneficios para la vida de un individuo.
Si bien esto se lleva a cabo usualmente con la finalidad de utilizarlo para trabajo, estudios, o simplemente, para viajar por el mundo, aprender una lengua extranjera conlleva un favorecimiento de ámbitos generales. Es una forma de conectar con nuevas comunidades, impulsar tu carrera profesional, o inclusive, trabajar en el cuidado de tu salud mental.
Debido a esto, hemos decidido crear una lista con 7 grandes beneficios de aprender un segundo idioma:
Aprender a comunicarse en una segunda lengua, especialmente una comúnmente hablada como inglés, mandarín o arabe, es directamente proporcional a una apertura continua de oportunidades.
Bien sea desde el punto de vista social, conociendo nuevas personas, comunidades y culturas, o desde el punto de vista laboral, conectando con nuevos profesionales del área. Poder hablar en un idioma extranjero es una habilidad que te puede distinguir de los demás.
En nuestro caso, el principal idioma que consideramos importante aprender es el inglés. Alrededor de 100 países del mundo lo hablan, y es una herramienta fundamental para realizar estudios de educación superior en el exterior y conseguir trabajo.
Grupo de personas interactuando en evento. (Cortesía de Pexels)
La demanda de profesionales bilingües a nivel internacional ha aumentado significativamente con el pasar de los años.
Esto representa una ventaja considerable que separa a los aplicantes monolingües y posiciona a aquellos que hablen más de una lengua cómo candidatos de mayor peso.
Por otro lado, también permite que personas puedan estudiar programas de educación superior en el extranjero, o inclusive llevarlos a cabo de forma remota.
Esto se adapta igualmente con los laburos. Por ejemplo, un profesional proveniente de latinoamérica que pueda comunicarse efectivamente en español, inglés, y francés, podrá permitirse buscar trabajos de freelancing en empresas del extranjero desde su país de origen, o inclusive optar por primas de contratación o aumentos salariales.
Sin importar cual sea tu aspiración profesional, hablar una lengua adicional te posiciona en cierto modo unos pasos por delante de las masas.
Grupo de personas hablando durante reunión. (Cortesía de Pexels)
Uno de los beneficios desde el punto de vista salud que mencionamos previamente es el cómo aprender diferentes lenguas puede favorecer el cerebro y sus funciones.
La memoría y la concentración son claros ejemplos de dos partes que se ven claramente estimuladas al estudiar y aprender este nuevo idioma.
Adicionalmente, otras habilidades cognitivas como el escuchar, razonar o percibir adecuadamente están propensas a evolucionar cada vez que las personas trabajan en el aprendizaje de lenguas extranjeras.
Por otro lado, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el multitasking, son otras de las habilidades que aumentan en capacidad y son claves en la búsqueda y desempeño de un trabajo.
Hombre sonriendo al pensar una buena idea. (Cortesía de Pexels)
Otro de los beneficios relacionados a la salud mental a mencionar es que aprender un segundo, o más idiomas, puede retrasar el proceso de aparición o agravamiento de demencia y alzheimer.
Estudios han demostrado que aquellos individuos que estimulan su cerebro con el aprendizaje de una nueva lengua suelen contar con tasas de posibilidades más bajas de padecer demencia y alzheimer a lo largo de sus vidas.
Adicionalmente, estos estudios han dejado ver que aquellas personas que aprenden al menos 1 idioma adicional pueden retrasar o detener el desarrollo de este tipo de enfermedades.
Cuando hablamos de ‘desarrollo’, nos referimos a la sintomatología presentándose hasta 4 o 5 años más tarde que en personas monolingües.
Por lo tanto, la próxima vez que pienses en la posibilidad de aprender un nuevo idioma, recuerda el bien general que le estas produciendo a tu cerebro.
Persona joven y de edad avanzada mirándose mientras sonríen. (Cortesía de ALZaids)
Aprender un segundo idioma puede ser la puerta de entrada a convertirte en una persona políglota.
Estudios han demostrado a lo largo de los años que las personas que lograron dominar la segunda lengua, cuentan con una facilidad diferencial que les permite aprender lenguas adicionales con mayor facilidad.
Por ejemplo, un estudiante proveniente de suramérica que viaje a Canadá a estudiar un programa de educación superior en inglés, podrá probablemente en un futuro aprender francés de manera más sencilla.
Esto claramente atrae todos los demás beneficios mencionados previamente.
Desde el punto de vista cultural y recreativo, aprender un nuevo idioma te permitirá abrirte a conocer nuevas naciones y culturas donde también se hablen lenguas más universales.
La habilidad de poder comunicarte con locales puede llevarte a lugares inimaginables y brindarte una experiencia que seguramente sería distinta si no hablas el idioma.
Esto viene en cierto modo relacionado al punto anterior, y es que aprender un nuevo idioma puede ayudarte a ver el mundo, y las situaciones en general, desde otro punto de vista.
Sumergirte en un nuevo idioma puede enriquecerte culturalmente hablando y ayudarte a moldear perspectivas diferentes que beneficien a tu persona en general.
Saber identificar entre lo bueno y lo malo, y ver las cosas desde una mentalidad diferente, abierta, y “elástica” puede significar una evolución rotunda en tu estilo de vida.
Mujer sonriendo mientras mira hacia el cielo. (Cortesía de Pexels)